Quizá tengas clarísimos tus porqués, o tal vez nunca te hayas parado a planteártelo. Mirar hacia dentro y cuestionarnos por qué somos como somos puede resultar incómodo, especialmente cuando no se nos ha pasado por la cabeza que exista la posibilidad de ser de otra manera.
En un mundo en el que el entorno nos condiciona desde que nacemos, es importante hacer de vez en cuando revisiones internas para tratar de que lo que pensamos, sentimos, hacemos y decimos refleje quiénes somos en ese momento de nuestra vida.
Porque «lo tuyo» de mañana puede ser diferente a lo que es «lo tuyo» hoy.