Que digo yo, si hoy en día se hacen challenges (retos en versión internáutica moderna) de las cosas más sórdidas, ¿por qué no hacer uno que sea útil? Cultivar el amor propio es una inversión de tiempo más que digna, además de ser un reto de los de verdad. Según la R.A.E.: ‘objetivo o empeño difícil de llevar a cabo, y que constituye por ello un estímulo y un desafío para quien lo afronta’. Pues eso.
El amor propio se trabaja
Sé que no soy la única a la que lo de quererse a las duras y a las maduras no le sale solo. Lo repito constantemente, pero es que es verdad: soy muy crítica conmigo misma. Al menos he conseguido que sea dentro de un orden y no me paso el día diciéndome «cosas feas». Me impongo bastante presión, pero soy consciente de mis virtudes y de lo que hago bien. A pesar de ello, el recordármelo figura como una tarea más de mi lista de cosas que hacer. Si no lo pongo, se me olvida.
El amor propio no se origina en el egocentrismo; no debería de haber nada exagerado ni excesivo acerca de él. Su propio nombre indica que nace desde el amor, y el amor es un sentimiento positivo, tanto por definición como por acción. Estoy completamente convencida de que las personas que genuinamente se quieren y se aceptan no sienten la necesidad de hacer el mal ni de creerse más que nadie. Esa es una de las razones por las que me parece tan importante promoverlo.
El modo en que alguien se comporta respecto otros seres, humanos o no, no deja de ser un reflejo de cómo se siente respecto a sí misma. Hacer daño de forma deliberada, odiar, envidiar, insultar… son acciones y sentimientos muy poco beneficiosos para el mundo. Esta forma de actuar habla alto y claro sobre lo dañada que está la persona que las profiere. Pero bueno, este es un tema en el que profundizar largo y tendido en otro momento.
Reto de febrero: amor cada día
Vamos al reto, que es el tema a tratar. Consiste en hacer al menos una cosa para construir/alimentar/reforzar nuestro amor propio cada día del mes de febrero. Es muy simple, al menos en la teoría. Todo depende de la frecuencia con la que habitualmente hagamos este ejercicio. Como la retroalimentación suele ser muy positiva, lo normal es que cuanto más lo practiquemos, más fácil resulte.
Últimamente me he relajado demasiado con la práctica. Por eso voy a predicar con el ejemplo y a compartir las cosas que voy haciendo yo a lo largo del mes. Sé que saldrán muchas de mis inseguridades y vulnerabilidades a la luz (uy sí, todavía me quedan muuuchas cosas que sacar). Oye, a lo mejor me sirve de terapia. Si con esto además animo a más personas a que hagan lo propio, aunque sea «en las sombras», habrá valido aún más la pena.
#AmorPropio como tendencia
Si te estás preguntando qué tipo de cosas pueden ser esas de las que hablo, solo diré que no hay nada raro ni vergonzoso. Bueno, al menos bajo mi criterio… Si realmente tienes curiosidad, te invito a que cotillees a lo largo del mes mi página de Facebook o mi Instagram. Al tratarse de algo diario, me resulta mucho más sencillo publicar en esas redes. Aquí en el blog haré reflexiones semanales sobre el tema, para tenerlo todo bien agrupado.
Eres totalmente libre de unirte al reto si te apetece. Tal vez lo del amor propio no tenga misterios para ti y sea coser y cantar. De ser así, siempre puedes contribuir con tu experiencia. Si sabes que te cuesta un poco más, quizás el ver cómo lo hace(n) otra(s) persona(s) te ayude a ir soltándote. La práctica hacer al maestro/a.
Me encantaría que el amor propio se pusiese de moda. El de verdad, el que no se puede fingir. Una persona que se quiere a sí misma es casi como un imán del buen rollo. Aún cuando haya cosas que quiera cambiar de sí misma, el camino para hacerlo es mucho menos tedioso si se inicia desde la aceptación y no desde el rechazo. Ayuda a ver la vida de otro color.
Qué distinto sería el mundo si todos y todas nos quisiésemos un poco más… ¿Y si ponemos nuestro granito de arena?