Y así, como si nada, ya estamos en julio. Otro mes más que se ha ido a la velocidad del rayo. Aunque en general ha cundido mucho… Vaya si lo ha hecho. A continuación un repaso de las competiciones del mes de junio:
4 de junio, Salamanca. XIX Trofeo Internacional Ciudad de Salamanca.
Día raro, viento en contra o que iba hacia todos lados, bastante desesperante. Salte 5,93 m (+1.4) en el último salto, aparte de porque fue el único salto en el que tuve viento a favor, por la emoción de la mínima olímpica recién conseguida por mi amiga Juliet Itoya en esta misma competición. Finalmente quedé en cuarta posición.
11 de junio, Valladolid. Final de Permanencia del Campeonato de España de Clubes 2016.
En esta competición conseguí la primera posición con 5,96 m (-0.6). Como dato anecdótico, era la atleta de más edad de la prueba, sacándole a la siguiente participante 12 años. Curioso, cuanto menos. En principio solo iba a hacer la longitud, ya que al ser una competición a una atleta de cada club por prueba se supone que hay más margen de maniobra para cuadrar el equipo. Lo que pasa es que los contratiempos obviamente no se pueden controlar, así que me tocó hacer el 4×100 m prácticamente sin calentar. Las chicas del Tenerife CajaCanarias quedamos terceras en la clasificación final, por lo que nos mantenemos en División de Honor durante un año más.

18 de junio, Alcobendas (Madrid). XLI Campeonato de España de Federaciones Autonómicas.
Quedé en tercera posición, con una marca de 5,97 m (+0.4). Sí, deberían darme un premio a la regularidad. Tanto en esta competición como en la anterior tuvimos solo 4 intentos, en lugar de los 3 intentos más otros 3 de mejora que son la norma. Esos dos intentos que nos roban son clave, ya que se nos corta la prueba a la mitad. Muchas veces una se queda rascada, con la sensación de no haber podido rendir al 100%. Pero bueno, está organizado así y hasta que decidan volver a cambiarlo no hay mucho que hacer al respecto.
26 de junio, Vitoria. VIII Gran Premio Diputación Foral de Álava.
También tercera, 5,88 m (+0.8), en un viaje que me podría haber ahorrado. Desde el miércoles de esa semana mi cuerpo había dejado de responderme; estaba completamente agotada. El viernes la espalda me dio un aviso, regalándome una lumbalgia que me dejó encorvada… Como si mi cuerpo quisiera asegurarse de que no me movía del sitio. Aún así, fui a Vitoria e hice como que competía, que es más de lo que pensé que podría hacer incluso una vez allí. Por esa razón, esta semana pasada decidí descansar y recuperar fuerzas, para poder afrontar estas tres semanas que quedan de la temporada con unos niveles de energía mínimamente aceptables.
En un principio mi idea era intentar competir este próximo fin de semana, pero creo que la decisión más inteligente es recuperar algo de tono muscular para buscar en las dos competiciones restantes el objetivo de la temporada, que aún veo factible. Solo puedo contar con las competiciones que se hacen en sábado o domingo; las que se celebran de lunes a viernes ni las contemplo por temas laborales. Esto limita bastante mis opciones pero, sea como fuere, tengo muchas ganas de competir y de echar los restos. Como comentaba el otro día con una querida amiga: «hasta el último salto no está todo dicho».
Mi intención es hacer una especie de diario durante el mes de julio o, al menos, hasta el Campeonato de España de Gijón (23 y 24 de julio). Así, me obligo de algún modo a no caer en la vagancia y, por otro lado, a revivir el blog porque lo tengo abandonado y sé que eso me ayudará también en otros proyectos que ahora mismo tengo en stand by. Empieza la cuenta atrás.
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